Persona abriendo el radiador al conocer las diferentes alternativas de gas natural tras reformar una vivienda.
Persona abriendo el radiador al conocer las diferentes alternativas de gas natural tras reformar una vivienda.

Alternativas para suplir al gas natural en una vivienda tras su reforma

Tras una reforma, ¿buscas alternativas al gas natural para tu hogar? Descubre cómo el butano y el propano pueden adaptarse a tus necesidades energéticas, ofreciendo flexibilidad y seguridad en su uso. Conoce sus ventajas y consideraciones de instalación.
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La mayoría de viviendas de nuestro país emplea el gas natural como combustible para los sistemas de calefacción, además de utilizar este gas para más servicios, como el de cocina por gas natural o el de agua caliente sanitaria en la vivienda.

La gran popularidad de este gas se debe a su capacidad de trabajo, a su precio competitivo en el mercado energético y a su presencia en una amplia mayoría de localizaciones de nuestro país, pues la red general de distribución abarca un muy amplio porcentaje de la extensión española.

Sin embargo, existen determinadas ubicaciones más remotas que no cuentan con acceso a esta red, para dar servicio a los consumidores que no tienen acceso al gas natural y a aquellos consumidores que, aun contando con el acceso necesario, prefieren usar otros combustibles, en esta entrada hablaremos sobre dos de las alternativas al gas natural que se pueden escoger tras reformar una vivienda para el suministro; el butano y el propano.

Emplear butano para sustituir al gas natural

La opción del butano supone, al igual que el gas natural, una energía finita y no renovable cuyo origen es el petróleo, no obstante, este elemento se distribuye de manera distinta, pues el gas natural se distribuye mediante canalizaciones y el butano, mediante bombonas de gas de tamaños variables.

El gas butano supone un gas licuado, sin toxicidad, color ni olor, que presenta una eficiencia energética más elevada en climas templados que en climas especialmente fríos.

Las principales diferencias que existen entre el gas natural y el butano son las siguientes:

  • El poder calorífico que presenta el butano es realmente más elevado que el del gas natural, pues los valores de ambos son de 26,20 kWh/Nm3 y de 10,83 kWh/N3 respectivamente.
  • El punto de congelación del butano, sin embargo, comienza al alcanzar temperaturas de 0 °C, mientras que el gas natural soporta temperaturas inferiores a los -160 °C sin congelarse.
  • La distribución de ambos gases, como se ha comentado, también es diferente.
  • El precio del butano es ligeramente superior al precio que presenta el gas natural comercializado.
  • En cuanto al riesgo por su consumo, ambos gases son realmente seguros para los consumidores; sin embargo, el gas natural es más seguro en caso de fuga.
  • En cuanto a la instalación, el butano no necesita de instalación, mientras que el gas natural sí precisa de instalación.

Emplear propano para sustituir al gas natural

El gas propano es otra de las alternativas de mayor popularidad para sustituir los servicios del gas natural, pues es aplicable tanto para la calefacción, como para la cocina y el agua caliente, siendo su origen, también, el petróleo.

El precio que presenta este elemento es muy reducido en comparación con alternativas similares como el gasóleo o la electricidad.

La forma de distribución del propano es diversa, pues podemos encontrar distintas formas de suministro en función de las necesidades de los consumidores, disponiendo de las siguientes alternativas:

  • Suministro a granel del propano

Para contar con esta modalidad de suministro es necesario que se instale un depósito junto a la vivienda de manera previa. Este tipo de suministro se centra en aquellas viviendas que por su localización remota no consiguen acceder al gas natural y presentan una amplia demanda de energía.

El precio al que se obtiene el propano en esta modalidad de suministro dependerá de aspectos como la compañía comercializadora, el volumen de compra o la capacidad de negociación de los consumidores.

  • Suministro envasado de propano

Este tipo de distribución se basa en el suministro mediante bombonas de propano con distintos volúmenes, siendo los formatos más habituales los de 11 y 35 kg, aunque existe una mayor variedad de tamaños.

El precio que se afrontará por este modelo de distribución es variable, pues los volúmenes comprendidos entre los 8 y los 20 kg, contarán con precios regulados por el gobierno, el resto de formatos, presentarán un precio libre.

  • Suministro canalizado de propano

Este tipo de suministro se centra en comunidades de viviendas próximas entre sí que se sitúan en localizaciones más remotas donde no hay acceso al gas natural.

En estos casos se debe instalar un depósito de gran volumen común a todas las viviendas, pues todas contarán con acceso a este.

En estos casos, los precios también estarán regulados, debido a que se trata de grandes consumos de comunidades de vecinos de manera recurrente.

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